Usualmente cuando se habla de construcción de casas rurales puede saltar a nuestra mente la imagen de la casa en Los Alpes del abuelito de Heidi, o la imagen idílica de la Pequeña casa de la pradera, y ciertamente ambas pueden servir para ilustrar la idea de lo que es la construcción de casas rurales o en el campo.
En todo caso ambos ejemplos nos llevan a pensar en un campo montañoso, donde por razones ambientales y geográficas la construcción de las casas es hecha mayormente con madera, material noble y extraordinariamente térmico, que permite mantener el calor en invierno y no molesta para nada ni se enfría durante el verano, ayudando a mantener una temperatura ideal en las casas. Por otro lado una casa construida con madera se integra al paisaje como ninguna otra, hasta el punto de mimetizarse con los bosques, como el caso de casas de madera que están atravesadas por los árboles, monumentos únicos de alto valor ecológico y de conciencia planetaria.
Pero aterrizando en nuestro tema que es la construcción de casas rurales o en el campo, en otras latitudes más áridas con climas más tropicales, encontramos maravillosas casas de barro, en algunas regiones conocidas como casas de bahareque o adobe, son hechas con una mezcla de paja seca y barro, en algunas veces se emplea bambú. Pues bien estas casas resultan ser muy frescas y duraderas, a pesar de que se pueda pensar lo contrario, la técnica milenaria de su elaboración es tan bien conocida por sus constructores que resulta impresionante lo fascinante de este tipo de construcción de casas. Incluso hoy en día en algunos países ya existen industrias que producen todo lo necesario para la construcción de este tipo, principalmente pensadas en el respeto y la armonía del medio ambiente, además de ser antisísmicas, frescas, rústicas y la mejor de las alternativas en cuanto a bajo presupuesto.
Otro caso típico de casas rurales o de campo son las conocidas como bioenergéticas, cuya construcción se desarrolla con técnicas mixtas y que principalmente buscan tener la menor incidencia negativa posible en el medio ambiente. Generalmente aprovechan todas las fuentes de energía naturales posibles, nutriéndose de energía solar a través de celdas fotovoltaicas que distribuyen la corriente eléctrica limpia a toda la casa; hacen uso de la energía eólica, aprovechando el viento para generar energía generada por molinos, tienen techos verdes con verdaderos jardines floridos, y aprovechan el agua de la lluvia. En todo caso hoy en día en la construcción de casas rurales hay opciones y posibilidades para todos los gustos, tendencias y condiciones geográficas.