Esta casa-estudio ubicada en la ciudad de Irapuato, tuvo el reto de tener un diseño que aprovechara el angosto terreno de la propiedad, con limitantes de orientación que el reglamento del fraccionamiento dictaba. Dado que la cara oriente del terreno tenía que ser cegada, la mayor fuente de luz y calor se recibiría del lado poniente. Esta ciudad del Bajío tiene un clima caluroso durante la primavera y verano por lo que los clientes no querían que esta casa tuviera equipos de aire acondicionado.

Estas condicionantes hicieron que VM arquitectura buscara una solución térmica asequible sin sacrificar la luz natural necesaria para las actividades de cada espacio. Retomando las fórmulas tradicionales, utilizaron un muro de piedra en el lado norponiente de la casa, y en las fachadas poniente y sur diseñaron muros tipo celosía de concreto prefabricado, que brindan ventilación y entrada de luz controlada, para evitar la plenitud del sol dentro de la casa.