La necesidad de espacio de almacenamiento en una nueva distribución, a llevado a cabo un espectacular proyecto integral en que, un cubo suspendido del techo de estructura metálica con revestimiento de cristal y lacado en color blanco, hace la función de vestidor en la habitación principal situada en la segunda planta, destacando del resto por su volumetría y dimensión, siendo el hilo conductor para todo el equipamiento del loft de líneas puras donde el blanco y la luz son un todo. La estructura vestidor, donde el suelo es de vidrio y se accede a través de una ligera escalera metálica, se asoma imponentemente sobre la cama escultórica de la habitación. Esta, de chapas plegadas de acero lacado de más de quinientos kilos de peso, se apoya su cabecero en el tabique separador deslizando y plegándose sutilmente, formando la cama de grandes dimensiones y formas sensuales, siendo uno de los elementos más imponentes de la vivienda, consiguiendo el tratamiento de obra de arte. En la primera planta, el cerramiento lacado de las habitaciones no llega al techo, siendo el vidrio su acabado superior, aportando luz y profundidad a las estancias. Nos encontramos aquí también, la zona de estudio, situada frente al gran ventanal que da a la calle, donde una gran mesa móvil de acero lacado de diseño exclusivo, combina con la librería y son encabezados por un altillo i pasarela muy transparente y volátil que liga con el resto de espacios y elementos. En la planta baja, la gran cocina dispone de una isla donde la contundente mesa del comedor se apoya en ella, configurando un elemento muy singular que aporta exclusividad al espacio, combinándose a la perfección con la zona de estar y creando un ambiente ordenado y acogedor donde disfrutar todos los miembros de la familia.