En este piso, sus antiguos inquilinos parecían tener síndrome de diógenes. Acumulaban muebles (algunos de ellos ni siquiera estaban completos), basura, ropa vieja y hasta algunos roedores muertos. Tras 9 horas vaciando el piso, procedimos a limpiarlo, pintarlo, amueblarlo y decorarlo. Optamos por un estilo neutro con pinceladas de estilo industrial para captar la atención de nuestros compradores potenciales (parejas jóvenes).