El Estudio fue contactado para realizar un proyecto de interiorismo en un inmueble de alquiler en el barrio de Chamberí. Se encontró con una vivienda de aire modernista madrileño de 1921 en el bulevar de Alberto Aguilera con elementos estructurales originales de la época. Principalmente fueron las puertas con vidrieras de colores la que sirvieron de inspiración para desarrollar un proyecto completo de interiorismo, amueblamiento y la incorporación del arte a los distintos espacios. La gran cantidad de luz de la vivienda permitió jugar con una paleta de colores intensa y con un toque masculino, basada principalmente en los colores esenciales del movimiento modernista: el azul, dorados y tierras, rojizos y verdes. Los materiales empleados han sido principalmente madera, rejilla, textiles de lino y algodón, así como el hierro.
El arte ocupa un lugar protagonista en la decoración