Cocinas con isla: 10 diseños maravillosos

Karen Ayerve Karen Ayerve
WENDY'S KITCHEN, Diane Berry Kitchens Diane Berry Kitchens Cocinas de estilo moderno
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Una nueva forma de entender y organizar nuestra cocina ha dado la bienvenida a una pieza central, sin la que ahora nos resulta imposible concebir el diseño actual de estos espacios. Se trata de islas centrales cuya función dependerá en gran medida de las necesidades que busquemos satisfacer. Aptas para toda clase de estilos, las islas pueden suponer un ahorro de metros cuadrados, cuando se trata de organizar espacios reducidos, y convertirse en importantes fuentes de almacenamiento si hablamos de cocinas espaciosas. En cualquier caso, estas mesas centrales forman parte de una solución práctica y funcional que aporta clase a un espacio que en muchas ocasiones se convierte en el corazón de la casa. El lugar que celebra las reuniones, y en definitiva, un espacio al vale la pena decorar y amueblar a gusto.

Si te has animado, o estás pensando, incluir una isla en el diseño de tu cocina existen una serie de condiciones a tener en cuenta para que puedas sacarle todo el potencial posible. He aquí, alguna de ellas. 

Organiza el espacio

Una de las razones por las que amamos las islas de cocina es por su capacidad de reorganizar los espacios. En este sentido es muy importante recordar que, aunque el tamaño de la cocina no impide que coloquemos una, sí nos obliga a calcular cuidadosamente el espacio que le vamos a destinar. O dicho en otras palabras, a su alrededor debe existir vacío para poder movernos sin problema. En el diseño de la imagen, por ejemplo, se le ha dado algo más de protagonismo a la isla central, que además de ser un espacio dedicado a las propias faenas de la cocina, también hace las veces de mesa, para quienes puedan empezar a degustar el banquete. La distancia que mantiene con el resto de armario es la ideal, y hace de ella una pieza clave dentro de esta habitación.

Islas de aluminio

homify Cocinas de estilo moderno

Si nuestra intención es convertir la isla de cocina en una extensión más de la encimera, entonces lo ideal es decantarnos por una de aluminio. Como bien sabemos, las encimeras, mejor si son a prueba de todo tipo de golpes, y en este sentido, el acero llevan todas las de ganar. Por otra parte, cuando se trata de cocinas abiertas al salón, lo que conocemos como cocinas americanas, la tarea de mantener la armonía entre ambos espacios se vuelve algo más difícil. Una solución práctica es echar mano de dos colores neutros: el acero y el blanco especialmente en la zona de la cocina.

A falta de mesa, una isla de cocina

Estas piezas centrales no siempre son el escenario de las tareas culinarias. En algunos casos pueden servir de mesa central, que sólo de manera secundaria se utiliza para cocinar. Es lo que ocurre con el diseño de la fotografía, de estética bastante sencilla, al que se le ha añadido un toque glam, gracias al juego de luces que iluminan la parte inferior de la mesa. En cualquier caso, estamos ante un ejemplo más de la la versatilidad y enorme funcionalidad de éstas piezas. 

Variedad de diseños

Al igual que ocurre con el resto de muebles, las islas de cocina también son capaces de adaptar sus formas al estilo y necesidades de los espacios. Siguiendo la arquitectura curvilínea de la cocina, el diseño de la imagen se convierte en una extensión de los armarios principales que, de forma independiente, se ha plantado en el centro de la cocina. Aquí la isla se divide en dos espacios: la zona de los alimentos y almacenamiento, por una parte, y una zona de comedor por otro, gracias a la mesa a desnivel y en cristal que se ha colocado en uno de sus extremos. Un sólo mueble, ¡miles de utilidades!

Bien iluminada

Otra condición que toda isla de cocina debe cumplir es que esté bien iluminada. Y con ello no nos referimos precisamente a la luz natural, más difícil de controlar. Hablamos de la que proviene justo desde arriba, una directa que caiga sobre la isla para evitar crear sombras antiestéticas, de la misma forma que nos facilite la tarea mientras estamos trabajando. En el diseño de la imagen se ha reservado toda la zona de los fogones para una isla de líneas totalmente rectas, una condición que exige colocar la campana de la cocina sobre ésta. La misma que, a su vez, se ha aprovechado como fuente principal de luz artificial.  

Una isla y nada más

Instalar una isla de cocina se ha convertido en sinónimo de sofisticación y la marca de una decoración cosmopolita. Su peso visual y espacial la convierten en el mejor mueble para añadir un detalle a la decoración de toda una cocina. Por ejemplo, el color. En pequeñas y grandes dosis, el diseño de la fotografía ha elegido el rosa para aportar ese toque de distinción.

Esta vez los cajones de almacenamiento no dejan espacio libre para meter las piernas, de tal forma que la función de la isla comienza y acaba con los quehaceres propios de una cocina. Una opción perfecta si esta habitación se encuentra aislada del comedor. 

De par en par

La entrada de luz natural así como el color blanco con el que se la ha decorado hacen de esta cocina un espacio bastante amplio y luminoso. He aquí el motivo que justifica la presencia de los dos islas, distribuidas una junto a la otra. Como bien decíamos al principio, es importante estudiar el espacio antes de instalar estas piezas centrales. Tanto es así, que un principio fueron concebidas solo para cocinas grandes. Si este es tu caso, ¿por qué no apostar por el par? De esta manera, la estructura de las propias islas serán las responsables de marcar el límite físico entre la zona de la cocina y el comedor.

Para todos los estilos

El mercado nos ofrece una infinita variedad de estilos y diseño de islas de cocinas, la decisión pasa indudablemente por la imagen que le hayamos asignado a la nuestra. Un claro ejemplo de esta diversidad es el diseño de la fotografía, cuyo concepto se aleja de todo lo sofisticado y moderno que hasta ahora les habíamos adjudicado a estas piezas. De aspecto shabby, su estructura de tamaño reducido se convierte en una mesa-comedor en uno de sus laterales por el que sobresale un mesón. Un diseño a base de madera de roble, obra del equipo de Churchwood Design.

Islas con barras

De una estructura y tamaño similar al diseño anterior, aquí la isla también hace las veces de mesa central, en una cocina donde se integran líneas y cortes discretos. Salvando las distancias en cuanto a los estilos, ambos casos son un buen ejemplo de que la presencia de una isla no tiene por qué estar reñida a cocinas de grandes dimensiones. De hecho, muchas veces se convierten en nuestros aliados para organizar y aprovechar al máximo los espacios.

Islas que lo tiene todo

No podíamos cerrar nuestro libro de ideas sin antes recordaros la importancia de una isla de cocina multifuncional, porque más allá de servir como una mesa, a veces secundaria, a veces principal, o multiplicar el espacio de almacenamiento, una isla está para facilitarnos la organización del espacio. Algunas incluso pueden llegar a convertirse en una segunda cocina propiamente dicha. 

En cualquier caso, lo que está claro es que el diseño con islas han sustituido el modelo de cocina tradicional, y con ello, ha dado la bienvenida al concepto de espacios abiertos tan de moda en la decoración de interiores modernos.

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