Una casa de pueblo muy particular

Marisa Alcore Marisa Alcore
CASA LS, daniel rojas berzosa. arquitecto daniel rojas berzosa. arquitecto Salas de estilo minimalista
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Sonseca, pueblo en la provincia de Toledo, es el escenario donde se construyó Casa SL, proyecto del arquitecto Daniel Rojas Berzosa. A pesar de su cubierta a dos aguas de teja y madera y de sus fachadas rústicas, los interiores de esta vivienda unifamiliar rezuman un aire de lo más moderno. Dos patios la separan de los límites de su parcela consiguiendo absorber sus irregularidades e iluminar y ventilar naturalmente todos sus interiores. Estos, alejados de un concepto tradicional de distribución, se suceden unos a otros gracias al planteamiento flexible y abierto adoptado en el interior. Los tabiques quedan obsoletos y los diferentes ambientes se organizan a través de elementos funcionales. El estilo loft queda fuertemente patente en la zona de día, amplia y luminosa. Recorremos sus secretos y detallamos sus virtudes a través de la siguiente colección de fotografías. 

Desde fuera

La parcela donde se construyó Casa LS era irregular y de proporciones excesivamente alargadas. En el pasado, pertenecía a una propiedad de mayor superficie, que con el tiempo fue dividida en superficies diferentes. Aquí, en este terreno de geometría peculiar y entre medianeras tenía que construirse una vivienda unifamiliar completa, que permitiera a sus propietarios llevar un estilo de vida adaptado a los tiempos que corren. La solución adoptada fue separarse de los límites, construyendo un volumen claro, que se asoma a la calle a través de la fachada principal. 

Los patios

Separarse de sus medianeras permitió, además de regularizar la geometría del edificio, introducir dos patios, que permiten que los interiores respiren hacia fuera y se iluminen de manera natural. El estilo que se siguió a la hora de diseñar estos espacios exteriores se inspiró en los del arquitecto mexicano Barragán, a través de los colores y el juego de materiales. Una tarima de madera rodea el perímetro de la casa, facilitando el acceso y uso a los habitantes. El resto de superficie se cubrió con grava, dejando que las trepadoras sobre los muros y algún que otro árbol formaran la especie vegetal de la escena. Nos asomamos en esta imagen al patio estrecho, situado en la zona opuesta a la fachada principal de la casa. 

Organizando la zona de día

Como comentábamos en la introducción, a la hora de distribuir los usos en el interior se buscó la máxima flexibilidad. Se dejaron a un lado las particiones tradicionales con tabiques y se apostó por un sistema abierto en el que cada ambiente pudiera establecerse sin necesidad de ser independiente. Nos asomamos en esta imagen al espacio principal de la casa, la zona de día, en la que con continuidad tienen lugar todos los usos de carácter público. Un cubo negro y aislado de la estructura acoge a los servicios de la casa, y organiza a su alrededor los diferentes espacios servidores, como comedor o salón

En detalle

El paisaje interior de la zona de día queda fuertemente marcado por la presencia de la madera de la cubierta. El resto de superficies y mobiliario se diseñaron con la máxima sencillez posible, dejando que el negro y el blanco fueran los coprotagonistas de la escena. A la hora de elegir el mobiliario, se optó por piezas funcionales y simples, abogando por un ambiente minimalista que evoca a los interiores escandinavos. En esta nave principal que configura la zona de día, grandes huecos de vidrio abren a los patios exteriores, permitiendo una conexión visual y, cuando los usuarios lo deseen, física constante. El límite entre dentro y fuera se diluye y el salón puede adquirir cualidades diferentes. 

El dormitorio principal

La única estancia que se sale del esquema y busca la privacidad es el dormitorio principal, situado en un recoveco proveído gracias a la irregularidad del muro medianero de la parcela. Su diseño continúa la línea seguida en el resto de la casa, con una fuerte presencia de madera y el binomio claro y oscuro para las paredes y el mobiliario. Una ventana abierta a la calle y un lucernario en cubierta son sus vías para iluminarse y ventilarse de manera natural.

El gran patio

En el salón, el hueco más grande abre al patio principal, situado en el extremo longitudinal de la parcela. Un toldo blanco y retráctil protege a la terraza de madera de los rayos de sol más perjudiciales, convirtiendo al exterior en un lugar perfectamente habitable cuando el tiempo lo permite. Cuando el vidrio se recoge en un extremo, el límite con el interior desaparece y el salón o el comedor se convierten en estancias diferentes. Un sistema de lamas correderas protege, además, a la fachada de vidrio del sol evitando que los interiores se caldeen en exceso durante los meses de verano y disminuyendo la necesidad de consumir sistemas de climatización activos.

Hasta aquí nuestro recorrido por esta maravillosa casa de pueblo. ¿Quieres conocer más proyectos similares?

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