¿Cuántas veces nos ha pasado durante un viaje al extranjero o fuera de nuestra ciudad que hemos sido seducidos por la belleza de un paisaje y el deseo de vivir en uno de esos lugares? Quizás en una de esas casas antiguas, tan características de los pueblos. El paisaje es importante, especialmente si transmite tranquilidad y serenidad, pero la casa en la que se podría vivir es lo que verdaderamente alimenta nuestro sueño. En el artículo de hoy de homify, te presentamos uno de esos proyectos de reforma integral que transformó completamente una descuidada vivienda, sin personalidad, en Castellammare del Golfo, Sicilia, convirtiéndola en una envidiada residencia con vistas al mar llena de encanto y ensueño. Pongamos rumbo hacia ella.
Esta era el aspecto inicial de la fachada de la casa antes de la renovación. La apariencia no era precisamente algo refinado y exquisito, pero a pesar de esto, el estilo del edificio no era tan viejo, al menos en el exterior, algo se podría hacer.
Y así fue. Después de la intervención de los expertos, la apariencia es totalmente diferente. Aunque si nos fijamos cuidadosamente en el antes y el después, vemos que en el fondo ha cambiado muy poco; todo se ha mantenido en su lugar, la única diferencia es el color de la fachada, de un blanco lechoso que la hace más luminosa y moderna.
Pasamos al interior. La única palabra que viene a la mente al ver la cocina es ¡caos! Sin un estilo preciso y definido, un lugar desordenado y una mezcla de elementos que, gracias a las generosas dimensiones del entorno, disimulaban su anarquía.
Esto es otra historia. El suelo de madera de roble natural ha sustituido a las baldosas, desapareció el revestimiento de las paredes y el blanco ha invadido completamente las puertas y la ventana. La modernidad y la luz, por fin, entraron en la casa.
Desde aquella organización caótica de la cocina vemos una interesante escalera de caracol que comunica con la planta superior de la casa. Es un elemento discreto, de hierro, en el que el color verde acuoso no hace otra cosa que sumar más caos y desconcierto a la zona a la que pertenece.
La delicadeza de la estructura y los rasgos de la escalera se mantuvieron intactos. Lo único que ha cambiado es su color. Un blanco luminosos es lo que viste ahora la escalera para darle mucha mayor elegancia y también discreción, integrándose perfectamente en el conjunto del espacio. Los peldaños de la escalera se recubrieron con el mismo suelo de roble y el contraste final es muy homogéneo.
Volvemos al pasado y subiendo a lo largo de la escala nos encontramos en la planta superior. Aquí, el ambiente es muy triste y abandonado, un espacio desangelado que no transmite ningún tipo de energía ni expresividad.
Regresamos al presente donde cada elemento adquiere su debida importancia. El suelo de parqué inunda toda la planta superior con su clásica elegancia, cubriendo todos los rincones con absoluta precisión. El contraste entre la madera y el blanco hace el ambiente más refinado y elegante, mientras que todo el suelo brilla con una nueva luz.
Una estancia correcta, con todo lo necesario pero demasiado austero y desfasado. En este cuarto de baño no había ningún elemento capaz de atraer la atención y hacerlo mínimamente interesante. Hasta que llegaron los profesionales.
Gracias a ellos, se dio una nueva organización del espacio y la incorporación de elementos más contemporáneos, como por ejemplo el inmenso espejo, los sanitarios y una moderna cabina de ducha. todo mucho más cómodo, luminoso y puesto al día.
La tristeza era el común denominador de todos los ambientes de la casa, y el dormitorio no era una excepción. Un lugar en el que se echaba de menos el romanticismo y la poesía que desprende el paisaje circundante. Un espacio en el que era muy difícil tener sueños…
Aunque vacía y carente de mobiliario, tras la reforma el dormitorio ha recuperado su espíritu. Una vez más, el blanco y la madera se unen en perfecta conjunción. Ahora, con la decoración adecuada y el estilo apropiado, este dormitorio sí puede convertirse en un lugar de ensueño.
Subiendo a la terraza podemos contemplar la belleza del paisaje y del entorno. Unas vistas extraordinarias que alimentan la calma y la paz interior. Sin embargo, algo inquietante interrumpe la armonía. ¿Son los horribles azulejos de estilo antiguo que cubrían el suelo? ¿Las paredes con moho? Algo había que cambiar…
Justo lo suficiente para resolver el problema. Una capa de pintura en las paredes y la barandilla y grandes baldosas de color gris oscuro en el suelo. Con dos simples actuaciones el resultado ha sido espectacular. Un ejemplo de cambios sencillos que renuevan por completo una vivienda.
Y para hacer más completa la terraza, por último, se decidió equipar el espacio lateral de un pequeño rincón con una cómoda barbacoa, instalada en un marco de mampostería, que incorpora también un pequeño lavabo de piedra que ofrece una función auxiliar a la actividad febril de la parrilla.
Este es sólo un ejemplo de una transformación espectacular. Si adoras este tipo de artículos en este enlace encontrarás otra sorpresa.