El color es un factor determinante en el proceso de la decoración, pues a través de él, se pueden crear distintos climas y se pueden modificar los espacios en general.
Al utilizar los colores cálidos, se estimulan los sentidos y se crea un acercamiento, mientras que al emplear los colores fríos se crea una atmósfera de relajación y algunas veces originan la sensación de alejamiento. Otro de los efectos que se logran con el color, es aumentar o disminuir el espacio.
Los colores nos definen, muestran nuestro estado de ánimo y tienen gran influencia en la energía de nuestro hogar, por eso decidir el color de los interiores no es una tarea sencilla.
En el libro de hoy, te mostraremos los 10 errores más frecuentes al momento de elegir los colores para el interior de la casa.
Acompáñanos a verlos.
Una elección de colores apagados combinados dará por resultado un ambiente lúgubre y sin vida. En este ejemplo podemos ver que el muro tiene una decoración dominante en tonos sobrios que no ayuda a que el espacio luzca armonioso.
Aunque la decoración del techo es importante, debemos saber con qué podemos darle personalidad. En la actualidad hay una tendencia por pintar los techos en colores obscuros pero esto es un error, salvo que la habitación sea de techos muy altos y muy amplia.
Pintar el techo en colores obscuros o llamativos nos da la sensación de estar atrapados, hace la habitación más pequeña y nos podemos sentir agobiados.
Todos los muebles y objetos decorativos, se deben complementar armoniosamente en el interior. Cuando elegimos acabados coloridos en las paredes, se corre el riesgo de perder el estilo cayendo en el mal gusto. El rojo es un color de acento y debe utilizarse en cantidades controladas, aquí su exceso luce agresivo.
El mayor error que cometen muchos cuando quieren decorar en un estilo moderno su hogar con colores llamativos y vibrantes, es que olvidan que se necesita una base neutra que equilibre el ambiente, pues la falta de ésta, ocasiona que tanto color nos abrume.
Al querer utilizar colores contrastantes, podemos arriesgarnos a no encontrar el equilibrio cayendo en la exageración. Cuando hay un exceso en el contraste del espacio, generamos habitaciones caóticas e irritantes, por lo que no resultan placenteras ni acogedoras.
También se corre el riesgo de combinar colores que no son compatibles. Aquí podemos ver que el azul del muro tiene mucha fuerza y combinado con el diseño de la alfombra, el ambiente se siente caótico.
Pero tampoco podemos caer en la exageración de querer utilizar el mismo color en el interior de la casa. Puedes utilizar el que más te agrade para tener una pared de acento y romper con la monotonía, pero no utilices la misma gama para los muebles, accesorios o ropa de cama como en este caso.
A la hora de combinar en el interior algunos tonos de colores, no intentes utilizarlos en proporciones iguales. Convierte un tono en el color principal, y con ayuda del segundo agrega nuevos acentos al interior. El color principal debe ocupar al menos el 60% del espacio.
Cuando seguimos las últimas tendencias para estar a la moda, se pueden romper reglas básicas de la decoración. La falta de contaste cuando utilizamos el color beige por ejemplo, puede crear el efecto de un ambiente aburrido y monótono.
Aunque el color blanco es uno de los predilectos en la decoración interior, una habitación completamente en este color también será demasiado aburrida y monótona. Por eso piensa en acentos coloridos; es una tarea bastante sencilla, ya que el blanco combina bien con cualquier otro color.