Un paraíso selvático

Flavia Pascazi Flavia Pascazi
Casa da Floresta, Ferraro Habitat Ferraro Habitat Pasillos, vestíbulos y escaleras de estilo rural
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Si Tarzán fuese un personaje moderno, probablemente lo encontraríamos habitando en esta espectacular casa, obra de los arquitectos de Ferraro Habitat. Ubicada cerca de la playa Joaquina en Brasil, esta sencilla pero sorprendente residencia es un pedacito de paraíso en medio de la selva. Desde su implantación hasta su diseño, el proyecto ejecutado por estos arquitectos es una joya que se mimetiza a la perfección con su entorno. Las visuales, la orientación y los materiales utilizados responden al contexto donde se ubica la misma, dejando los detalles y el lujo para los acabados internos. 

¡Acompáñanos a recorrer y descubrir los espacios que cobija esta maravilla arquitectónica!

Espacios que unen

El área que nos recibe es un enorme deck de madera que funciona como patio interno entre los dos volúmenes principales de la edificación. La excelente vista de la playa Joaquina y las montañas fue una determinante del diseño, por lo que este recibidor es un área abierta, de relajación, esparcimiento y libre de elementos que obstaculicen la visión, exceptuando el árbol existente, el cual se hizo parte de la construcción permitiendo el paso de su tronco a través del piso.

Adaptarse al entorno

Al momento de concebir el diseño, una de las ideas era hacer de la casa y su entorno un solo elemento para intervenir lo menos posible el terreno a construir. ¿Cómo lo lograron? Con una implantación planificada y techos verdes. Para acceder a la casa, se debe descender un nivel debido a la topografía, por lo que los arquitectos utilizaron esta condición para recubrir los techos con vegetación y así fundir la estructura con su entorno y no entorpecer las espectaculares visuales de la playa Joaquina.

Escaleras al paraíso

Construida con tablones de madera reciclados, la escalera se hunde y se abre paso entre los dos volúmenes principales de la casa, creando un eje divisor que luego remata en una terraza con vistas insuperables (que veremos más adelante). El corredor fue adornado con plantas colgantes y pequeños materos que bordean la circulación. Podemos ver como una marquesina de vidrio se asoma en la fotografía, enmarcando y unficando el espacio de transición entre los dos elementos.

Cocinar con un toque de libertad

Un poco de estilo rústico, con materiales reciclados y un ambiente relajado son los ingredientes de esta peculiar cocina. Se manejaron únicamente las estructuras del desayunador y de la isla central, compuestos por materiales metálicos y concreto pulido, obviando el uso de cerramientos para los gabinetes, lo que da un aspecto relajado y hace que todas las ollas, diferentes y llamativas, sean parte de la decoración. De fondo se observa el enorme ventanal que proporciona una vista ideal para no aburrirse a la hora de lavar los platos.

El balance perfecto

Al extremo opuesto de la cocina, se ubica un discreto comedor para compartir y disfrutar la vista. Como buen opuesto, este comedor es de mobiliarios más sencillos y coloridos, a diferencia de lo que se observó en la cocina, para mantener un balance en el espacio y no sobrecargar el ambiente. Todo el mobiliario a la vista fue rescatado e intervenido, las sillas fueron retapizadas con telas de motivos llamativos y descombinados. El mostrador de fondo tiene un toque añejado, pero mantiene los mismos tonos que el decorado de los asientos, creando un estilo ecléctico y vintage.

Como bañarse en el río

Como en otras habitaciones de la casa, el uso de materiales rústicos y locales se presentan en el baño. La pared de piedra compuesta por rocas apiladas da la sensación de que tomamos un baño a la orilla del río. Este cerramiento no sube por completo hasta el techo para permitir que el usuario pueda disfrutar del paisaje mientras toma una relajante ducha. El piso de concreto pulido complementa los tonos grisáceos de las paredes para generar un contraste con el cálido techo de madera.

Naturaleza que inspira

El reciclaje siempre está presente en cada estancia. Sencillo pero funcional, este escritorio de madera reciclada combinado con cajones apilados y una silla audaz, crean un espacio propio para el estudio, agregando un área de trabajo como complemento a la habitación principal. Siempre tomando en cuenta las visuales, el muro bajo de piedra es el apoyo de un cristal gigante, ventana al mundo exterior para no perder la inspiración. 

Cuando lo ecléctico se hace presente

Al entrar en la habitación principal, el elemento que nos roba la mirada es esta llamativa cama. Adornada por cojines y telas satinadas, el contraste y combinación de colores mantienen el estilo ecléctico de los mobiliarios principales, contrastando armoniosamente con los tonos neutros de la madera. La doble altura de esta habitación se divide por un entrepiso de madera que enmarca y limita el área de sueño y descanso. Y por supuesto, las visuales nunca dejan de estar presentes en cada estancia.

A lo largo de todo el proyecto, es innegable que la intención de los arquitectos fue la de crear un refugio para escapar del mundo perturbando lo menos posible el orden de la naturaleza. La casa, en vez de modificar su contexto, lo integra de todas las maneras posibles. Las vistas, los materiales de construcción y el mobiliario de segunda mano, crean un todo único donde se demuestra que adaptarse y renovar son las mejores políticas de diseño.

¿Piensas que la propuesta de estos arquitectos fue acertada?

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