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Normalmente, al adquirir una vivienda de nueva construcción hay una serie de elementos que vienen impuestos, carpintería, solado, revestimientos, salvo que en obra decidamos otros materiales y la constructora esté dispuesta a incorporarlos. Las puertas, son un elemento que, además de una clara función técnica y distribuidora, también aporta un estilo muy determinado a las habitaciones. Por eso, si tenemos la posibilidad de elegir los tipos de puerta de nuestro hogar, o vamos a llevar a cabo una reforma integral en casa, surgen los problemas: ¿qué tipo y estilo le va mejor a nuestra casa? Debemos tener en cuenta varios elementos, desde el material hasta el color, pasando por el tipo de puerta que más le va a cada habitación: ¿abatible, corredera o plegable? Para que lo tengas más fácil a la hora de elegir, en homify hemos buscado algunos ejemplos de puertas correderas que te ayudarán a valorar las ventajas e inconvenientes de instalar este tipo de puertas y a descubrir qué formato es mejor para cada necesidad.
Una de las ventajas de las puertas correderas es su capacidad de unir espacios, algo que es más complicado de hacer con las abatibles, incluso cuando estas son dobles. Al dejarlas abiertas, las puertas correderas unen los espacios, creando sensación de continuidad y dejando que la luminosidad fluya entre una y otra habitación. De la misma forma, cuando se necesita una mayor intimidad pueden cerrarse, aislando totalmente el espacio. Es lo que ocurre en este salón que nos presentan los decoradores de interiores Standal S.A. que al abrir las puertas integra totalmente la cocina, creando un espacio diáfano y moderno que, sin embargo, puede volverse más discreto e íntimo con las puertas cerradas.
Otro punto a tener en cuenta es si queremos una puerta doble o una sencilla. Las primeras son perfectas cuando queremos unir espacios, puesto que cuando están abiertas comunican las habitaciones que se convierten en un todo diáfano. Las pequeñas, como esta que nos presenta Puertas Calvente, se utilizan cuando el espacio es muy reducido y se quiere aprovechar al máximo.
Tanto por su tamaño, como por el tipo de estructura, más que una puerta corredera, estamos ante una pared móvil. Con ella el espacio se construye, puesto que podemos jugar con las distintas piezas, moviéndolas y creando a cada momento un espacio distinto. Además al estar hecha de un material traslucido, que solo filtra una parte de la luz, su efecto de pared es mucho más palpable.
Las puertas de madera con cristal son un clásico de los salones que no debe agachar la cabeza ante las nuevas construcciones. Y es que nunca pasan de moda y por eso pueden combinar tanto en hogares más tradicionales como en los edificios más modernos, donde la madera aporta un toque de calidez y amabilidad que a veces se echa de menos en los fríos edificios súper modernos.
En muchos diseños de interior se puede uno arriesgar y jugársela con propuestas alternativas. Los armarios son esas piezas del mobiliario de una casa que piden a gritos una puerta corredera. En el proyecto de este vestidor, un sencillo marco de metal encuadra toda una estructura de vidrio que deja ver el orden en todo nuestro fondo de armario. No recomendable para personas desordenadas.
Elimina las puertas convencionales y elige puertas correderas para proporcionar intimidad a las estancias. En el mercado existen infinidad de modelos y seguro que alguno de ellos se adapta a tu hogar. En la imagen, te mostramos las elegidas por Battló Concept para este pequeño apartamento. Si no quieres meterte en obras que cuestan tiempo y dinero toma como inspiración el diseño de la fotografía. La puerta va unida a una estructura colocada en la parte alta de la pared y se desliza cómodamente y sin complicaciones de un lado a otro.
Para más detalles sobre las puertas correderas abre Puertas correderas de cristal: veo veo
