7 cosas que tenés que saber antes de comprar una casa

Mariana Belisario Blaksley Mariana Belisario Blaksley
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La compra de una propiedad es una de las mayores adquisiciones que hacemos a lo largo de nuestra vida. Como todo, conlleva un aspecto muy racional pero al mismo tiempo muy emocional, especialmente si se compra con la intención de vivir en esa casa. Otro aspecto importante de hacer las preguntas correctas es pensar de antemano en la reventa: cuidado con comprar una casa que el día de mañana no podremos vender. 

No sólo la practicidad y la inteligencia de percibir la operación como una inversión deben pesar, el lugar donde vivimos es donde soñamos con llegar a recuperarnos de las vicisitudes del día. Nuestro refugio tiene que despertarnos emociones y hacernos ilusión también. 

¿Cómo tomar una decisión que equilibre ambas variables, la racional y la emocional? Estas preguntas te ayudarán en el proceso. 

1. ¿Cuál fue la primera impresión?

Hasta cierto punto hay que darle su importancia a la primera impresión, porque la tiene. Hay espacios que nos repelen inmediatamente y lo cierto es que si ese es el caso, probablemente sea mejor seguir buscando. Hablamos de nuestra futura casa, un lugar donde vamos a pasar muchísimo tiempo, donde se van a vivir gran parte de nuestras historias. 

Ahora, si una primera impresión es ligeramente negativa, pero va cambiando a lo largo de la visita, no estaría de más sentarnos a pensar seriamente qué la causó. ¿Podría tratarse de un capricho o una reacción injustificada?

Como sea, hay que confiar siempre en primeras impresiones muy poderosas, porque ésas rara vez cambian.

2. ¿Por qué venden?

El corredor inmobiliario esta ahí no sólo para mostrarnos la propiedad, sino también para responder nuestras preguntas. La primera y más importante es ¿por qué está en venta esta propiedad? Si los motivos apuntan más hacia las circunstancias personales de los dueños podemos respirar tranquilos. Es importante insistir hasta quedarnos satisfechos con las respuestas que recibimos porque si la razón de la venta es intrínseca de la casa o departamento hay una buena chance de que lo que motivó a sus anteriores dueños a la venta nos cause no pocas molestias en un futuro. 

3. ¿La construcción está en buen estado?

Acá vamos a necesitar el ojo de un experto. No se compra una propiedad en la primera visita, es importante volver con un amigo que esté empapado en la materia, ya sea constructor, arquitecto, ingeniero civil o diseñador y escuchar con atención su opinión. 

La mayoría de nosotros, más allá de buscar goteras y desperfectos en la pintura no tenemos el entrenamiento para ver el estado real de una construcción. Recordemos que es común hacerle a una casa antes de venderla un ligero maquillaje.

4. ¿Es energéticamente eficiente?

El uso eficiente de la energía, (electricidad, gas, agua, equipos de calefacción o aire acondicionado) puede hacer la diferencia entre una casa agradable y una inhabitable. Cuando estas cosas funcionan, tendemos a olvidarnos de que existen, pero una casa que pasa muchas horas sin luz debido a desperfectos o que no tiene presión de agua se va convirtiendo poco a poco en una tortura. 

También los gastos que acarrea esta energía son cosas a considerar, al menos hasta que las casas autosustentables sean algo más cotidiano, cosa que esperemos suceda muy pronto. 

5. ¿El tamaño de los espacios se ajusta a mis necesidades?

Es una idea general que queremos más espacio del que disponemos. Pero lo cierto es que no solamente afecta el precio de una propiedad, sino también lo que nos costará mantenerla. Al respondernos esta pregunta es importante tener los pies sobre la tierra y tener en cuenta muchas variables. La posibilidad de tener cuarto de huéspedes por si alguien duerme en casa es atractiva, pero no muy práctica con estos valores por metro cuadrado. Al ajustarnos a nuestras necesidades reales estamos encarando la compra con sensatez. 

6. ¿Cuánto me va a costar?

La pregunta álgida. Hay que tener en cuenta que una cosa es el precio de la casa y otra muy distinta lo que nos va a costar. Al precio de venta de la propiedad hay que sumarle un montón de gastos nada despreciables, como trámites, comisiones, impuestos, compras de muebles y refacciones si las hay. Debemos ver casas que estén en un valor considerablemente más bajo que el del total del capital que separamos para tal fin. 

También en este caso debemos asesorarnos con expertos que nos den una idea de lo que podría costar reciclar la casa o departamento y considerar que las reformas no están desprovistas de sorpresas, algunas de ellas bastante caras. 

7. ¿Qué hay de los gastos adicionales?

Algunas veces las cosas que nos encantan de una propiedad, son las que nos harán la vida más costosa en el futuro. Una pileta espectacular, un jardín muy grande o demandante, pisos o paredes delicados pueden incrementar nuestros gastos significativamente. 

Nos está de más pedirles a la compañía inmobiliaria que nos muestre las facturas de los servicios que pagan los dueños regularmente. Así podremos sacar cuentas usando números reales. 

7 preguntas que no debemos dejar de hacer, ni de hacernos antes de concretar la que sin duda será una gran operación en nuestras vidas dentro de cada contexto. Posiblemente no sean las que más nos emocionen, pero son las que nos evitaran cometer errores que podrían resultar muy caros para nosotros y nuestras familias. 

Por otro lado hacer una compra bien pensada podría ayudarnos a encontrar oportunidades muy valiosas que nos lleven finalmente a la casa que soñábamos: una propiedad que necesita refaccionarse, pero que por ese motivo se vende a muy buen precio o una zona que no considerábamos pero que nos resulta invitadora al momento de conocerla. 

Es un proceso que requiere de paciencia, constancia y empeño, sin olvidarnos que las expectativas juegan un papel importante, porque al fin y al cabo ¿quién quiere vivir en un lugar que no le hace ilusión?

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