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La puerta de nuestra vivienda que más abrimos a lo largo del día no es la de entrada, la del cuarto del baño, la del salón, la cocina o la terraza. Sin duda, es la del frigorífico. Probablemente sea éste el electrodoméstico más importante de nuestra casa. No sólo porque es el lugar en el que almacenamos la mayor parte de los alimentos que consumimos a diario y que nos sirve de despensa para satisfacer nuestros apetitos y caprichos, también porque dentro de la cocina es un elemento que adquiere un protagonismo esencial por su funcionalidad y también por su estética y diseño. El mercado de frigoríficos ha evolucionado bastante en los últimos años, en los que hemos pasado de la nevera con un congelador arriba, a los no frost, los combi con cajones de congelación en la parte inferior y los modelos más modernos de dos puertas con dispensador de cubitos y agua. A la hora de elegir entre un modelo y otro tendrás que tener en cuenta sus dimensiones, para que se ajuste al espacio disponible en la cocina, sus características técnicas y también su estética y diseño para que armonice con el conjunto de la cocina. En homify queremos simplificarte esta tarea y te ofrecemos una serie de consejos para que tu elección sea todo un éxito.
Si la gama de modelos es muy variada, sucede lo mismo con los precios. Obviamente la gama alta siempre será más cara, pero tal vez no sea lo que necesitas. Evalúa en primer lugar tus necesidades, ten en cuenta las medidas del espacio destinado al frigorífico y por último, el presupuesto disponible. Con estas tres variables sólo te queda investigar en el mercado el modelo que mejor se ajuste a tu demanda y el diseño que más convenga según el estilo decorativo que le has dado a tu cocina.
De qué sirve enamorarse de un modelo determinado, de su diseño, de sus características técnicas o de su comodidad si luego no te encaja en el hueco o el mueble de cocina destinado al frigorífico. Y no sólo eso, no se trata de ajustarlo al máximo entre paneles de muebles y armarios, los frigoríficos necesitan tener una cierta ventilación exterior para evitar sobrecalentamientos, por este motivo, intenta evitar que quede completamente empotrado y que sea difícil moverlo, de no ser así, dificultarás también las tareas de limpieza del suelo sobre el que está apoyado.
Los frigoríficos actuales ofrecen sistema de baldas y cajones y soportes específicos para la mejor conservación de los alimentos y para una distribución y almacenaje más cómodos y eficientes. Analiza la distribución de dichos accesorios en la puerta y en el interior; si tiene o no botellero, cómo son los cajones para la fruta y la verdura, si cuenta con fiambreras, el espacio de congelación… Son detalles que harán el uso del frigorífico más cómodo y práctico sin renunciar a una óptima conservación de alimentos.
Un cómodo accesorio de los frigoríficos actuales es el sistema de dispensación de agua y hielo. Muy cómodo en verano cuando necesitas servir una refrescante bebida, pero menos usado en invierno cuando tomar bebidas frías no es lo más adecuado. Evalúa si esta necesidad es prioritaria en tu elección y luego elige en función de tu espacio, tu estilo y tu cocina.
El consumo eléctrico es otro de los aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir entre un modelo y otro. Busca en el etiquetado la categoría A+++ que corresponde a la máxima eficiencia energética. Entre unas marcas y otras, y sus correspondientes modelos, hay ciertas diferencias de consumo que se acentúan a medida que bajamos la calificación energética. Existen modelos con diseño inteligente dirigido a facilitar el ahorro de energía, por ejemplo, la función Door in Door (DID) de puerta adicional hace que llegues de forma rápida y fácil a los alimentos, guardando el frío y la energía sin abrir todas las puertas. Es necesario también realizar un correcto uso del frigorífico con el fin de optimizar su funcionamiento: ubícalo en un lugar ventilado, evitando que la parte trasera este expuesta a focos de calor, realiza el proceso de descongelación una vez al año (se pueden conseguir ahorros de hasta el 30%), limpia la parte trasera de forma periódica, abre y cierre las puertas con rapidez para no perder frío.
El diseño es un aspecto esencial. Si tu cocina tiene una personalidad propia por el estilo decorativo, el diseño o el color de los muebles, los electrodomésticos tienen que mantener e incluso reforzar toda esa presencia. Existen modelos que son panelables, a juego con el resto de muebles de la cocina, y otros modelos que por su diseño exclusivo adquieren personalidad propia en cualquier entorno. Sé fiel a tu criterio y a tus gustos y tu cocina será de ensueño.
No es lo mismo elegir un frigorífico para una familia pequeña que para una familia numerosa. Las necesidades de almacenamiento y conservación de alimentos hacen que en el caso de una familia más amplia requieran de mucho mayor espacio. Hay más cantidad de alimentos que consumir y no digamos si se tiene la costumbre de hacer tuppers para los hijos que estudian o trabajan fuera de casa.
La higiene es una cuestión fundamental en el cuidado y mantenimiento del frigorífico. Para mantenerlo limpio y sin olores, recoge todo lo que se derrame cuando cae, así, sólo necesitarás limpiar a fondo el interior cada dos meses. Cuando toque hacerlo, lo primero es quitar los estantes y los cajones de la nevera y lavarlos con una esponja empapada en agua y lavavajillas. Después, prepara un pulverizador con un agua tibia y dos cucharadas de bicarbonato sódico para rociar el interior y eliminar las manchas de alimentos que hayan podido aparecer.
Si quieres saber más, no te quedes en frío, visita ¿Cuál es el frigorífico ideal?
