El diseño inesperado de una casa de fin de semana

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Casa Anoro, Anna & Eugeni Bach Anna & Eugeni Bach Casas
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Una vivienda construida durante varias fases en los años 80 ha pasado de 114 metros cuadrados a casi 245 tras una reforma espectacular. Esta casa de fin de semana en Sant Esteve de Palautordera, provincia de Barcelona, ha doblado prácticamente su superficie inicial y la nueva construcción, más que un añadido, se convierte en parte de la construcción. 

En vez de manejar por separado la nueva y la antigua construcción, los arquitectos decidieron desde el principio tratar el proyecto completo. Anna y Eugeni Bach comparan los dos volúmenes con una pareja de baile donde cada uno interpreta su propio papel pero bailan la misma música. 

Un nuevo porche

Desde esta perspectiva vemos los dos cuerpos de los que se compone la Casa Anoro. Detrás, una vivienda de construcción antigua con una cubierta a dos aguas y delante una más moderna. 

La casa original consistía de un volumen principal rectangular al que en trabajos posteriores se le había añadido un porche y una galería elevada. Los arquitectos eliminaron estos añadidos y empezaron a trabajar en la casa inicial. 

El tratamiento de la fachada

Los dos inmuebles se unen en esta galería de ladrillo visto. Aunque los muros perimetrales de ambos tienen el mismo origen y básicamente el mismo tratamiento, la fachada de la ampliación (a la derecha) muestra diferentes capas: el ladrillo visto, el revoco y la pintura blanca. El rayado de esta fachada aporta un gran protagonismo a la nueva construcción que compensa así su menor tamaño y aporta ligereza al volumen. 

El origen, el proceso y la estrategia

En la galería entre los dos volúmenes se encuentra la entrada de la vivienda. Esta zona está ligeramente retirada de los planos de fachada y su altura es sutilmente más baja para que las dos construcciones se diferencien. 

Se trata de un espacio entre los dos protagonistas, que organiza las circulaciones entre ambos. 

Un estancia que se abre al exterior

La sombra de una pérgola de cañizo protege la vivienda del calor en verano y permite al salón abrirse osadamente al porche y al jardín. El forjado unidireccional de vigueta y bovedilla y un pavimento continuo, ambos en colores claros contribuyen a crear una estancia luminosa

Una pareja de singularidades

Desde la piscina terminamos el recorrido por la nueva vivienda. La volumetría, las dimensiones y proporciones de las aperturas, así como los materiales y las técnicas constructivas de las dos piezas son similares, pero no idénticos. Aunque es fácil diferenciarlas ninguna de las dos se alza como pieza principal, formando así una pareja de individuos dentro de una única unidad. 

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