Habitación Montessori: ¿cómo aplicar este método educativo en la decoración?

Mariana Belisario Blaksley Mariana Belisario Blaksley
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Hablemos del método Montessori y cómo podemos aplicarlo en la decoración y el diseño interior de las habitaciones de nuestros hijos. Antes de hablar de muebles y accesorios, tenemos que dedicarle unas palabras a su creadora, la doctora, psiquiatra y psicopedagoga italiana, Maria Montessori.

Después de muchos años de observación e investigación, Montessori empezó a abrir centros educativos a principios del siglo XX, que cumplieran con ciertas premisas que ella aseguraba, redundaban en un mejor desarrollo e independencia de los más pequeñitos. La teoría que reza que los niños aprenden jugando, se la debemos a ella. En sus institutos, los niños se sentaban en mesas todos juntos, en lugar de pupitres individuales, debían llegar y colgar sus abrigos ellos mismos, así como ocuparse de otros aspectos de su vestimenta e higiene sin ayuda y aprendían mediante juegos, muy educativos.

¿Cómo se aplica esto en las habitaciones infantiles? En primer lugar creando un espacio en el que los niños puedan moverse libremente y acceder a sus cosas sin ayuda de los adultos. Las camas altas con barandas o las cunas con barrotes para niños que ya caminan son restrictivas y si su cuarto cuenta con las medidas de seguridad básicas, no deberían encontrarse confinados. 

Siguiendo esta teoría que es por supuesto, mucho más amplia, les mostraremos varios dormitorios infantiles que cumplen con los principios del método Montessori a cabalidad y que, por si fueran poco, se ven espectaculares. 

Camas bajas

Las habitaciones infantiles como comentábamos más arriba, deben estar pensadas desde una perspectiva que vaya con el tamaño de nuestros hijos. Empezando por la cama, que debe ser baja para que puedan subir y bajar de ella sin dificultad y sin barreras que los mantengan encerrados dentro de ellas. Es muy popular el modelo estilo casita como el de la imagen, que se venden como camas Montessori pero lo que las hace parte de este método es la altura, al ras del suelo o apenas elevadas, no la forma. 

El orden

El Método Montessori favorece el orden, motivo por el cual los lugares de guardado deben estar al alcance de los chiquiticos, que podrán sacar sus juguetes, ropa y libros ellos mismos y devolverlos a su lugar cuando hayan terminado de jugar con ellos. 

Diferentes áreas

Un cuarto Montessori tendrá diferentes áreas, en los cuales la cama será el espacio dedicado al descanso, obviamente, pero con rincones para practicar diferentes actividades, como lectura, juegos físicos, lugar para sentarse con amiguitos y escritorio para dibujar o pintar y hacer las tareas. 

La seguridad

Las habitaciones Montessori favorecen la autonomía de los chiquitines porque son muy seguras. Los muebles se atornillan a las paredes, para que cuando los niños traten de treparse a ellos (les garantizamos que esto sucederá poco después de empezar a caminar), no puedan aplastarlos. De la misma forma las alfombras gruesas junto a la cama pueden amortiguar cualquier caída y las ventanas con seguros y, aún mejor, mallas anticaídas, son importantes. Por último no debemos olvidar las precauciones básicas, como tapas en los enchufes y protección en las esquinas puntiagudas de los muebles. 

Materiales y colores

Los materiales utilizados en habitaciones Montessori serán naturales, como la madera y las fibras orgánicas en los textiles. Las paletas son en colores claros, con muchos tonos neutrales. Es preferible evitar las tonalidades demasiado intensas o vibrantes, ya que tienden a distraer. 

Estimular la creatividad

Las actividades divertidas y a la vez creativas tienen un lugar preponderante dentro del Método Montessori. Los niños pequeños son artistas natos y es importante brindarles en sus habitaciones las herramientas para explorar ese lado artístico. 

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Láminas decorativas y educativas

Las láminas decorativas que a la vez resulten educativas son prioritarias en los dormitorios Montessori. De esta forma los más chiquitos aprenderán desde palabras y colores hasta a distinguir diferentes tipos de animales y objetos. El aprendizaje en esta etapa va de la mano con la diversión. 

Lugar de trabajo

Conforme van creciendo, los niños necesitarán su propio lugar de trabajo, para hacer tareas, dibujar, pintar y esas actividades que requieran de estar sentados cómodamente con un escritorio a la altura ideal. Recordemos que bibliotecas y estantes, así como gavetas y otros lugares de guardado, siempre deben estar a su alcance. 

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