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Niños y jóvenes necesitan su propio espacio de trabajo para estudiar y crear. En estos tiempos de educación a distancia, es fundamental que tengan no solo una buena mesa de trabajo, la iluminación adecuada y muebles cómodos y funcionales, también es importante cómo situamos estos elementos en la habitación. Y aunque lo ideal sería tener una estancia propia, es posible adaptarla a las características de cada vivienda y los gustos de quienes vivimos en ella. Puedes montarte un escritorio, por ejemplo, en un pasillo o reutilizar un mueble antiguo y convertirlo en lugar de estudio. También puedes aprovechar espacios que tenías olvidados y hacerte un escritorio en una esquina o frente a una pared que estaba desaprovechada o debajo de una escalera, por ejemplo. Existen muchas maneras de crear ambientes de estudio y escritorios modernos y funcionales para niños y jóvenes. Sigue nuestros consejos y ¡crea el ambiente perfecto para la concentración!
El espacio dedicado al estudio debe estar diseñado de tal forma que evite distracciones. Una de las claves es que nos permita tener todo nuestro material de estudio siempre a mano y en orden. Repisas, cajones, pizarra, cajas de organización no pueden faltar en un ambiente de este tipo. Si se trata de un escritorio para niños pequeños, deben tener dónde guardar papeles, bolis de colores o material de juego. Y si son más grandes, deben tener suficiente espacio para un ordenador y sus accesorios.
Dale un toque moderno al ambiente de estudio con esta propuesta de escritorios orientados hacia la pared. Pero no la dejes de un solo color, prueba -como se ve en esta imagen- a añadir diseños o ilustraciones divertidas que inspiren también la creatividad de niños y jóvenes. Otra de las ventajas de este tipo de diseño es que deja a la vista los ordenadores y permite compartirlos con el resto de la familia. Y si buscas más ideas, los especialistas en diseño te orientarán.
Las literas nos permiten integrar el área de estudio a la de descanso dejando más espacio libre para otras actividades en la habitación. Se trata aquí de aprovechar todo el espacio que queda bajo las camas y convertirlo en escritorio. Hay algunas literas que ya traen integrados los escritorios y se conserva así la misma línea de diseño y los mismos tonos decorativos.
¿Tienes una pared y no sabes qué hacer con ella? Más allá de decorarla, puedes aprovecharla al máximo si la transformas en espacio de estudio y colocas repisas hasta donde tu imaginación lo permita, así como una pequeña mesa de trabajo. Pintarlo de un color oscuro es también una buena idea de dividir el espacio y diferenciarlo del resto de ambientes de la vivienda.
Cuando se trata de espacios compartidos por hermanos, por ejemplo, una buena forma de maximizar el espacio es con mesas de trabajo como esta. Es genial porque van debajo de la litera y tienen la suficiente longitud como para instalar dos portátiles, por ejemplo.
Si tienes un pasillo largo en casa, sácale el máximo provecho y úsalo como escritorio. Coloca unas sillas o bancas altas, una mesa flotante y buena iluminación. Esta es una buena alternativa si no tienes espacio para un escritorio y estantería.
Este es otro buen ejemplo de cómo darle la vuelta a los muebles de casa. Pensado para jóvenes o adolescentes, este mueble se transforma en un diáfano espacio de trabajo. La madera además le da un toque cálido y las líneas simples y limpias, un aire moderno. ¿Te atreves?
No todas las mesas de escritorios para niños y jóvenes tienen que ser las clásicas de cuatro patas. También quedan muy bien las flotantes, es decir, que van encajadas en la pared y sin patas. Le dan un aire ligero a la habitación y permite que aproveches todo el espacio inferior en su totalidad.
Si ya resolviste el tema de mobiliario, ahora queda definir los colores que decorarán este espacio de estudio. Puedes elegir paletas de colores complementarias al resto de la habitación, o tonalidades contrastantes. Lo ideal es que creen un ambiente que inspire la concentración y el estudio más que la distracción. ¡Deja volar tu imaginación!
Si tienes talento para la restauración o te encanta el estilo vintage en la decoración, puedes intentar renovar un mueble y convertirlo en mesa de escritorio. Otra opción es usar un viejo armario, quitarle las puertas, pintarlo y usarlo para colocar ahí libros y material de estudio. O, como en este caso, transformar parte de la cabecera en escritorio.
