El Resguardo como principal función de los Techos

Hubo una experiencia que viví muchas veces en mi época de estudiante en la escuela de Artes Plásticas, la cual siempre recuerdo por haber sido única y porque me generó muchas reflexiones en la vida. Imagínate que es de noche y vas acostado boca arriba en la cabina descubierta de una camioneta en marcha, atravesando una carretera rural en bajada y llena de techos vegetales, techos de estrellas, techos de astros fugaces y avanzas y avanzas y estas sólo ante techos celestiales, viviendo la contemplación de una vista inusual. Recuerdo vívidamente como los túneles vegetales interferían en el camino como cuando las nubes tapan al sol en un día gris, y de repente aparecen nuevamente los techos astrales, y son tapados por los techos vegetales, y así hasta llegar a nuestro destino. 

De las tantas reflexiones a las que me llevó esta inolvidable experiencia, está el hecho de la importancia de los techos en las edificaciones y construcciones en general, ya sean estas viviendas, escuelas, tiendas, instituciones públicas, instituciones privadas, todas por igual dependen de techos para el resguardo de sus espacios y para protegerse de las embestidas del medio ambiente. Imaginemos por un momento alguna construcción sin techo, sería como un frasco sin tapa, como un contenedor abierto, expuesto al frío, al calor, a la lluvia, a la nieve, al granizo, al polvo, a los insectos y así podríamos seguir enumerando hasta llegar a platillos voladores.  

El techo es el sombrero de toda construcción, así como el casco protege la vida del motorizado y la cúpula vegetal protege la base del bosque, igualmente el techo protege la vida de toda edificación, le brinda resguardo además de representar la unión simbólica entre el microcosmos y el macrocosmos.  Hay techos de hormigón, de madera, de tela, de paja, de adobe, de metal, de cristal, planos, a dos aguas, orgánicos, vegetales, de muchos materiales y formas pero todos cumplen la misma función de resguardo y protección.